
La volatilidad se adueñó de los mercados de todo el mundo tras la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos pero el susto, sobre todo con el paso de las horas, no fue ni mucho menos comparable al Brexit. En Europa, donde los principales índices menos el Ibex 35 acabaron cerrando la sesión en positivo, el EuroStoxx 50 llegó a caer un 2,83% en el instante en el que los bajistas ejercieron mayor presión, lejos de casi el 10% que se hundió en los primeros compases de la sesión posterior a que los británicos decidieran sacar a Reino Unido de la Unión Europea. En España, el selectivo de referencia, que llegó a ceder cerca de un 13% el 24 de junio, ayer se dejó un 4% en el peor momento de la mañana, lastrado principalmente por BBVA y por Telefónica.
El VIX, conocido como el índice del miedo y que mide la volatilidad del S&P 500, sí trajo al recuerdo las peores sensaciones, al repuntar, por momentos, hasta niveles que no se veían precisamente desde el Brexit. Pero, a lo largo de la jornada, también acabó por rebajar la tensión. Del mismo modo, entre los peores augurios, se situó el hecho de que los futuros que cotizan sobre el principal selectivo norteamericano fueron suspendidos tras hundirse más de un 5% -el límite establecido tras la crisis de 2008-, algo que tampoco ocurría desde ese 24 de junio. En la apertura de Wall Street, el S&P 500 ya cotizaba plano.
En Alemania, el Dax 30 llegó a descender un 3% pero, como el resto de índices, pronto matizó las pérdidas. Tras el referéndum británico cedió un 6,82% al cierre de la sesión. Mientras, en Londres, las caídas superaron el 2% pero acabaron revirtiéndose, lejos del 8,67% que el FTSE 100 llegó a perder en junio.
"El alcance y la duración de las reacciones de los mercados dependerán de la actitud de Donald Trump cuando éste tenga el poder en sus manos", explica Harm Bandholz, economista jefe de UniCredit en Estados Unidos. En esta misma línea, el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, uno de los primeros líderes del Viejo Continente en pronunciarse sobre la victoria del candidato republicano sobre Hillary Clinton, la preferida por los mercados, incidió en que ahora hay que ver "si el sistema de Estados Unidos es capaz de limitar las aspiraciones del Trump de la campaña electoral".
Menos traumático
Sin duda, la experiencia del Brexit fue más traumática que este trumpazo debido a que, según apunta Giordano Lombardo, presidente ejecutivo de Pioneer, "si bien el resultado de las elecciones en Estados Unidos es una sorpresa, no es un cisne negro". "La victoria de Trump no se produce en el vacío, llega en un año repleto de sorpresas", insisten desde la gestora de Allianz.
Los analistas coinciden en que el mercado estaba más preparado para encajar este golpe y que hay ciertos sectores que pueden celebrar el desembargo de Trum en la Casa Blanca pese a la impredecibilidad y a la heterodoxia que le caracteriza. De hecho, Eric Lonergan, gestor de M&G, cree "el auge de los movimientos contestatarios ha adquirido una dimensión mundial" y que el Brexit ya no puede considerarse como un suceso anómalo: "Es una tendencia".
Tras la ruptura de la Europa comunitaria, el FTSE 100 de Londres tan solo tardó tres sesiones en recuperar niveles previos. Fue el primer índice, de los principales, en hacerlo. El S&P 500 lo consiguió el 8 de julio, el Dax 30 alemán el 26 de ese mismo mes y el EuroStoxx 50 el 11 de agosto. El Ibex 35, uno de los más tardios, tuvo que esperar al 2 de septiembre.